Mientras el COVID-19 arrasaba por la ciudad de Nueva York, los habitantes preocupados salieron a las calles, aceras y parques a realizar las actividades que ya no podían hacer en espacios cerrados por temor al coronavirus. Cenaban con amigos en cobertizos al aire libre que construyeron apresuradamente los restaurantes, y asistieron a clases de salud, conciertos e incluso sesiones de terapia en calles cerradas al tráfico.
Ahora que la ciudad continúa su camino hacia la normalidad, la pandemia podría haber dejado una huella duradera en la forma en que la ciudad usa sus calles: más espacio para las personas y menos espacio para los automóviles.
Mientras el COVID-19 arrasaba por la ciudad de Nueva York, los habitantes preocupados salieron a las calles, aceras y parques a realizar las actividades que ya no podían hacer en espacios cerrados por temor al coronavirus. Cenaban con amigos en cobertizos al aire libre que construyeron apresuradamente los restaurantes, y asistieron a clases de salud, conciertos e incluso sesiones de terapia en calles cerradas al tráfico.
Ahora que la ciudad continúa su camino hacia la normalidad, la pandemia podría haber dejado una huella duradera en la forma en que la ciudad usa sus calles: más espacio para las personas y menos espacio para los automóviles.
“Hubo muchos cierres de cosas durante el COVID. Hay secciones de calles donde hay montones y montones de escaparates vacíos, y eso es deprimente”, dijo Maura Harway, que vive en el Upper West Side de Manhattan.
Promoted stories
Conseguir un trabajo en un almacén en Estados Unidos puede ser más fácil de lo que creesTrabajos Estados Unidos | Search Ads
Durante años, algunos líderes de la ciudad han buscado “reinventar y reutilizar el uso de nuestras calles”, dijo el comisionado de transporte de la ciudad, Ydanis Rodríguez, quien quiere más paseos en los vecindarios para reuniones al aire libre.
Ese replanteamiento comenzó antes de la pandemia. Hace dos décadas, el entonces alcalde Michael Bloomberg supervisó una gran expansión de los carriles para bicicletas y permitió que se instalaran estaciones de alquiler de bicicletas en las calles de la ciudad. Defendió las plazas peatonales como las de Herald Square y Times Square para mantener los automóviles fuera de los corredores peatonales. Y su administración amplió las vías verdes y los parques frente al mar, especialmente en Manhattan y Brooklyn.
Bill de Blasio siguió el ejemplo de su predecesor e implementó más medidas para controlar y reducir la velocidad del tráfico vehicular. También impulsó, como Bloomberg, un sistema que cobraría peajes para conducir en una gran franja de Manhattan.
Por su parte, el actual alcalde, Eric Adams, se ha comprometido a seguir “recuperando espacio para los peatones”.
Fuente: Independentenespañol